También conocida como «sal inglesa», este mineral toma su nombre de la ciudad Inglesa de Epsom, donde fue descubierta. Su nombre científico es sulfato de magnesio heptahidratado, pero la encontramos en el mercado como sal de Epsom o sal inglesa: la variedad de sus usos hace que sea un producto muy útil para tener en casa. Veamos por qué.
Las sales de Epsom son un potente anti- estrés, óptimas si ha tenido un día difícil: basta con disolver dos tazas en el baño caliente y verá como sus músculos se relajan y su sensación de nerviosismo desaparece. En cambio, alcanza sólo con media taza para realizar un pediluvio, sobre todo si tiene los pies y tobillos hinchados después de todo un día con tacones! Su empleo también es válido para la hinchazón provocada por un esguince o luxación, en cuyo caso, se necesitan al menos dos tazas llenas de sales de Epsom.
Otro uso interesante de la sal inglesa es para eliminar astillas. Moje la parte del cuerpo donde tiene la astilla, con agua y sal: suavizará la piel ayudándola a expulsar el cuerpo extraño.
Pero pasemos a la belleza, uno de los usos más populares de las sales de Epsom. Sobre todo si tiene una piel mixta, de fácil acumulación de impurezas y sebo, estas sales son muy útiles. Por ejemplo, para un poderoso efecto de limpieza, se puede añadir una cucharadita de sales al limpiador que utiliza todas las noches.
También se puede hacer una máscarilla útil para la piel grasa: en un tazón mezcle 1 cucharada de coñac, 1 huevo, ¼ de taza de leche desnatada en polvo, el jugo de un limón y media cucharadita de sal de Epsom. Extenderla sobre el rostro y dejar actuar durante 10 minutos. Obtendrá una piel radiante y sin zonas oscuras ni impurezas!
Las sales de Epsom son también un excelente exfoliante: sólo frote un puñado de sales sobre la piel mojada concentrándose en las zonas con puntos negros y acné, en todo el cuerpo. Luego, con dos tazas de sales, tome un baño relajante.
Pasemos al cabello. Si usted sufre de exceso de sebo, hay una máscara muy específica que puede preparar: mezcle 9 cucharadas de sales de Epsom en ½ taza de un champú específico para cabellos grasos. Aplique sobre el cabello seco y deje actuar durante unos minutos, luego enjuague con agua fría. A continuación, vierta en el cabello una cucharadita de jugo de limón, deje reposar por cinco minutos y luego enjuague completamente.
Con una taza de sales de Epsom, junto con el jugo de limón y 3 litros de agua, obtendrá un muy buen compuesto para eliminar los restos de laca del cabello. Y para un cabello hermoso y voluminoso, basta con mezclar una buena cantidad de sales de Epsom con el acondicionador, aplicar y dejar reposar durante veinte minutos antes de enjuagar.