Es fundamental asegurase de que el hogar sea, realmente, «a prueba de niños». Cuando damos la bienvenida a un niño en nuestra vida, es importante tomar algunas precauciones para adaptar la casa a su presencia ya que, como lo demuestran los reportes de las salas de urgencias, muchos accidentes que involucran a nuestros niños, ocurren en el hogar.
Su curiosidad innata lleva a nuestros jóvenes exploradores a incursionar en empresas impensables para nosotros, y es nuestro deber tratar de fomentar su interés positivamente, ajustando los espacios para que puedan moverse libremente y sin peligro.
Para muchos padres, hacer una casa segura significa verificar que los enchufes eléctricos están aislados para que los pequeños no puedan meter sus deditos en ellos, también desplazar medicamentos y productos tóxicos, así como artículos y tijeras potencialmente afilados, a lugares más altos; poner puertas de seguridad en las escaleras para evitar tumbos.
Todas precauciones acertadas, pero hay que tener en cuenta que no es suficiente para asegurarse realmente que nuestra casa es segura. Estudios recientes han demostrado que las toxinas presentes en los ambientes, incluso domésticos, tienen efectos nocivos mucho más marcados sobre los organismos más vulnerables y todavía en desarrollo de nuestros hijos, con consecuencias para su salud. ¿Cómo prevenir entonces estos problemas?
En primer lugar, aboliendo los pesticidas químicos y sustituyendo los tradicionales productos químicos de limpieza, con alternativas biológicas. También, siguiendo estos consejos, simples pero eficaces:
1) Eliminar el polvo de la casa. La acumulación de polvo en una casa es potencialmente perjudicial para la salud de los niños y puede causar reacciones alérgicas graves: el polvo es el receptáculo ideal para las toxinas que se esconden en aire, por lo que es esencial quitarlo cuidadosamente todos los días. Para una limpieza adecuada, evitar los simples paños que en vez de atrapar el polvo, lo mueven de un lugar a otro: es mejor utilizar un paño húmedo, posiblemente con un limpiador vegetal.
2) Adiós utensilios antiadherentes! Idolatrados hasta hace no mucho por la posibilidad de cocinar sin añadir grasa, los utensilios de cocina antiadherentes están sufriendo ataques de los últimos estudios científicos: sus revestimientos pueden, de hecho, transmitir a nuestros alimentos, perfluorados muy perjudiciales para la la salud. Es mejor optar por los tradicionales utensilios de cocina de acero inoxidable o hierro fundido o los más innovadores con revestimiento de piedra, ideales para cocinar sano y natural.
3) Revestir el sofá. Si para garantizar la duración del sofá, se ha elegido un modelo sometido a un tratamiento antimanchas, es aconsejable cubrirlo con una tela de fibras naturales de trama apretada, ya que este tipo de tratamiento puede transmitir toxinas peligrosas para sus hijos.
4) Desterrar el cloro. Presente en la lejía de lavar, detergentes o el agua del grifo, el cloro es un elemento fácilmente volatilizable que, si se calienta, es peligroso de inhalar. Emplear un filtro para el agua potable y de la ducha y preferir productos de limpieza sin cloro.
5) Agua del grifo? Sí, pero con precaución. Si no se conoce con precisión la composición del agua que llega a la casa, es aconsejable instalar un filtro u optar por el agua envasada.
6) Para la belleza, preferir lo natural. Las cremas que generalmente se comercializan para el tratamiento facial y del cuerpo contienen ingredientes químicos poco saludables, incluso para el simple contacto de la manita del bebé, acariciando su mejilla: mejor comprar pocos productos, pero estrictamente orgánicos.
7) Dejar respirar a la casa. Ventilar por lo menos 10 minutos al día su casa, incluso en invierno, purifica el medio ambiente y evita la formación del peligroso moho.
8) Bajo la alfombra… látex! Si para prevenir resbalones utiliza cojinetes debajo de las alfombras, recuerde evitar los de espuma, ya que son una fuente de emisión de los llamados retardantes de fuego, muy tóxico ya que interfieren con el sistema endocrino. Puede sustituirlos por almohadillas de látex natural que garantizan un buen agarre, cuidando la salud de sus seres queridos.