Una bebida fermentada fácil de preparar en casa y que brinda numerosos beneficios a la salud. El rejuvelac es una bebida enzimática fermentada a base de trigo, regenerativa y tónica, que también se puede preparar con otros tipos de granos como la quinua, mijo, avena, cebada, centeno, arroz.
Como fermento, es un alimento predigerido, que significa que las proteínas ya se dividieron en aminoácidos e hidratos de carbono, en azúcares simples y dextrina y sacarina, por lo que los nutrientes son asimilados rápidamente por el organismo.
Es fácil de preparar en el hogar, y su sabor puede recordar vagamente a la limonada. Por lo general, se consume en estado natural. Estos son algunos de los beneficios que pueden dar al organismo:
1. Regula la digestión, ya que ayuda a digerir los alimentos, debido al alto contenido de enzimas, por lo que es un gran reductor de la flatulencia.
2. Mantiene el colon limpio y saludable, ya que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino como la espina lactobacilos, que a su vez elimina toxinas; ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias dañinas que producen ácido láctico y vitaminas B.
3. Fortalece el sistema inmune para proteger al cuerpo de las enfermedades.
4. Protege de la inflamación del sistema digestivo, útil para aliviar colitis, gastritis y pesadez.
¿Cómo podemos hacer esta bebida?
Ingredientes necesarios para 1 litro:
55 gramos de semillas orgánicas de trigo integral, corresponden a cerca de 4 cucharadas
1 litro de agua purificada
Agua suficiente para la activación o remojo de las semillas
½ limón
2 frascos de cristal con boca ancha
1 colador
1 pedazo de tul o gasa para tapar la boca del frasco
Lavar las semillas en agua, una vez escurrida ponerlas en un frasco de vidrio y cubrir con agua fría 3 veces su volumen. Cubrir la boca del frasco con un trozo de tul o gasa y suhetarlo con una banda elástica. Dejar en remojo durante unas 12 horas.
Pasado este tiempo, retirar el agua y enjuagar bien las semillas. Elimine toda el agua tratando de dejar las semillas húmedas, pasando el agua a través de la gasa y moviendo el frasco.
Repitir el proceso vertiendo agua en el frasco, siempre sin de abrirlo, y dejar reposar por una noche. Después eliminar el agua siempre a través de la gasa. Repitir este proceso una vez más, siempre sacudiendo las semillas. Tan pronto como comience a ver los primeros brotes, abra el frasco, enjuague bien las semillas y colóquelas en otro frasco de boca ancha. Añada un litro de agua filtrada y cierre la boca del frasco con una gasa limpia sujetando con una goma elástica. Deje reposar durante 48 horas en un lugar ventilado. Para finalizar, filtrar el agua -sin quitar la gasa- en una botella limpia y guárdela en la nevera, consumiendo la bebida dentro de la semana.
Las semillas pueden ser utilizadas para una nueva preparación. Lavarlos bien y añadir un litro de agua, cubrir con una gasa, cerrar con la banda elástica y esta vez dejar en reposo durante 24 horas. Colar y embotellar.
Las semillas se pueden utilizar un máximo de 2 veces.