Aunque es normal que se caigan a diario alrededor de cien cabellos, existen ocasiones en que este número se sobrepasa con creces y es entonces cuando hay que empezar a prestar atención. Ya sea por anemia, por estrés o por cualquier otra razón, lo cierto es que existen remedios naturales que pueden ayudar a solucionar este problema.
Remedios populares
– Una solución es mezclar dos puñados de la salvia fresca de un abedul con unos 100 mililitros de alcohol de 96 grados. Se diluye todo junto en 100 mililitros de agua destilada y se masajea el cuero cabelludo todos los días con un par de cucharas de esta mezcla durante varias semanas.
– Igualmente se puede hervir una cuchara de romero, con otra de ruda y una taza de agua para dejar que hierva durante cinco minutos. Cuando haya pasado este tiempo se cuela y se deja que refresque. Se debe aplicar esta loción después del champú para enjuagar el cabello, mientras se realizan suaves masajes para activar la circulación del cuero cabelludo.
– Otra opción es mezclar una cuchara pequeña de aceite procedente del árbol del té con una cuchara pequeña de aceite de almendra. Se aplica esta preparación en el cuero cabelludo y se deben realizar masajes suaves y circulares durante cinco minutos. Después lavar con el champú habitual.
– Para combatir la caída desde dentro, hay que preparar un zumo de uvas moradas bien lavadas y sin pepitas, al que se añadirá una cuchara de miel de abejas. Hay que tomarlo durante treinta días en ayunas.
Recomendaciones para evita la caída del cabello
Se aconseja secarse siempre el cabello al aire libre o con una toalla, pero si no queda otra opción y es necesario utilizar el secador, hay que utilizarlo a cierta distancia y siempre evitando ubicar el calor en un punto único.
También hay que evitar los peinados que conllevan un estiramiento excesivo del cabello como por ejemplo una cola de caballo, así como una dieta estricta de adelgazamiento, ya que pueden llegar a ocasionar una deficiencia de ciertos nutrientes y por consiguiente provocar una caída del cabello.
Es recomendable dejar de fumar ya que el tabaco además de resecar la piel, debilita el cabello. En caso de no poder dejarlo, hay que beber al menos un litro y medio de agua al día. También es recomendable tomar mucha vitamina A y B que se puede encontrar en la levadura de cerveza, en el germen de trigo, en los cereales y en las legumbres verdes. Puede optarse también con tomar a diario suplementos vitamínicos, siempre bajo la supervisión del farmacéutico o del doctor.
Como última recomendación se aconseja realizarse un masaje en el cuero cabelludo con frecuencia. Y es que frotando con los dedos, se consigue activar las glándulas sebáceas lo cual energizará la circulación sanguínea en las zonas afectadas, favoreciendo así el crecimiento del pelo. Es recomendable estar frotando hasta que se note cierto hormigueo en el cuero cabelludo a causa del calor.