Unos pocos cuidados caseros lograrán que nuestras manos se vean siempre impecales. Debido a la escasa presencia de glándulas sebáceas, la piel del dorso de las manos está más expuesta a las agresiones externas, por lo que necesita más atención y cuidados para evitar que se agriete, sobre todo en inviern o cuando el clima es muy seco.
Cuando se lave las manos, no use detergentes fuertes o alcalinos, prefiera productos naturales como jabón naturales que respetan el pH de la piel.
Para secarse las manos, evite el aire caliente, prefiera las toallas de papel o de algodón suave.
Por la mañana, aplicar una capa de crema en sus manos para mantener la película hidro-lipídica. Por la noche, use una mascarilla para manos agrietadas y deje actuar durante toda la noche con un par de guantes.
Remedios naturales para las manos agrietadas
El aceite de oliva siempre ha sido considerado un excelente remedio para tener la piel suave y sedosa.
Antes de ir a dormir, masajear las manos con aceite de oliva y cubrir con guantes de algodón ligero.
Una mascara hidratante casera que dejará la piel suave, se puede obtener mezclando la pulpa de un aguacate con una yema de huevo y unas gotas de limón; aplicar sobre las manos y las uñas, dejando actuar durante algunos minutos, para luego enjuagar con agua tibia.