La infección de garganta es una de las más comunes que una persona puede llegar a tener pero aun así hay que acudir de inmediato al médico ya que si no se trata correctamente puede convertirse en un problema más serio. 
Síntomas de una infección de garganta
Entre los más comunes se encuentra la tos, amigdalitis, fiebre, dificultad para tragar o beber, pérdida de voz, irritación y mal aliento. Si por cualquier razón quien lo padece no pudiera tomar antibióticos o simplemente se prefiere intentar su curación primeramente con una receta natural, no hay problema, lo principal es tratar cuanto antes la infección.
Tomillo
Esta hierba es un antiséptico perfecto para combatir los gérmenes. Se debe realizar una infusión con dos cucharas de ella, el zumo de un limón y su cáscara y hervir todo en un litro de agua durante cinco minutos. Después se cuela el resultado y se sirve. Hay que tomarlo tres veces al día para conseguir un buen resultado.
Miel y limón
Esta es una de las recetas más usadas para tratar las infecciones de garganta. Se debe tomar un limón y cortarlo en trozos que se echarán en una taza con agua caliente a la que se añadirá una cuchara de miel. Se deja reposar un tiempo y se bebe la mezcla.
Vinagre de manzana
También es un excelente antiséptico. Para beneficiarse de sus propiedades se debe verter dos cucharas de vinagre de manzana en medio vaso de agua y realizar con la mezcla gárgaras frecuentemente.
Agua con sal & nbsp;   ;
Otra manera de realizar gárgaras es llenando un vaso con agua templada a la que se habrá añadido un poco de sal. Se mezcla bien y se procede a ello varias veces al día.
Vitamina C
Esta vitamina es una de las más importantes para el organismo ya que ayuda a la absorción del hierro, previene la osteoporosis, baja la presión arterial y fortalece el sistema inmune, algo que es muy importante en el caso de las infecciones puesto que éste es el encargado de luchar contra las bacterias.
Jengibre con canela y limón
El jengibre viene siendo utilizada para tratar afecciones como la tos, el vómito, el hinchazón abdominal, el reumatismo y la diarrea. Sus propiedades ayudan al organismo a luchar contra los síntomas de los resfriados y de las enfermedades que son causadas por bacterias.
Para realizar este preparado se debe echar en una sartén una cuchara de jengibre rallado, un palo de canela y dos cucharas de cáscara de limón previamente rallada. Se deja cocinar durante quince minutos y se echan tres cucharas de la mezcla en media taza de agua templada. Se bebe y se guarda el resto para ir tomándolo con frecuencia.
Te de miel y limón
En este caso se deben mezclar dos cucharas de miel con una cuchara de zumo de limón en una taza con agua que esté hirviendo. Se deja templar y se bebe.
Whisky
En un vaso de agua tibia se echa una cuchara de whisky y con el resultado se realizan gárgaras todas las veces que se desee, eso sí, sin llegar a beberlo.
