El agua se ha venido empleando desde épocas muy remotas como un método curativo y aún hoy en día sigue haciéndolo, de ahí que la vaporterapia haya llegado a ser tan conocida en la actualidad tanto para problemas de salud como para tratamientos de belleza naturales.
¿Qué es la vaporterapia?
La vaporterapia es una variable de la hidroterapia que resulta sumamente eficiente a la hora de combatir dolencias como la bronquitis, los resfriados y la faringitis, ya que ejerce en las mucosas un efecto bastante parecido al que provoca en la piel, es decir, que hidrata, depura, dilata los vasos sanguíneos y calma.
Así mismo el vapor ejerce un efecto muy favorable sobre los nervios al actuar como un sedante natural, a la vez que alivia los dolores provocados por el reumatismo depurando este proceso tanto a medio como a largo plazo.
Remedios caseros realizados con vaporterapia
Si el problema es una laringitis o una garganta irritada, se puede utilizar esta técnica en casa preparando un recipiente lleno de agua bien caliente que exhale vapor y envolviéndose una toalla sobre la cabeza, mientras el agua va corriendo, para inhalar por la nariz y por la boca profundamente durante unos diez minutos aproximadamente. Si se repite este procedimiento durante varias veces al día, se podrán comprobar sus magníficos resultados. Esta técnica sirve igualmente para los resfriados y para los problemas de sinusitis.
La vaporterapia sirve también para los problemas de reumatismo. En estos casos se debe tomar un baño bien caliente, ya que el efecto del calor logra calmar el dolor y provocar un proceso de depuración que ayuda a mejorar esta dolencia.
La vaporterapia dentro de la belleza natural
Además de beneficiar a la salud, la vaporterapia sirve para conservar y resaltar al mismo tiempo la belleza de una manera natural. Por ejemplo, en los casos de sobrepeso se pueden realzar baños con vapor ya que ayudan a incrementar la acción del metabolismo favoreciendo la eliminación de las grasas. En este caso se deben hervir cincuenta gramos de cada una de las siguientes plantas: manzanilla, eucalipto, menta y tomillo y echar el resultado en una cazuela que contenga cinco litros de agua.
El procedimiento a seguir será colocarse en un taburete sentada y en otro la cazuela con las plantas y el agua. Con una manta se debe tapar el cuerpo entero dejando la cabeza fuera para recibir todo el vaho posible y poder sudar lo máximo. Si cuesta sudar se pueden tomar varias tazas de una infusión de tila o bien de agua caliente con un poco de limón y de miel. El baño debe durante entre unos diez y treinta minutos. No se debe realizar este tratamiento después de haber comido ya que puede provocar problemas digestivos.
Si tienes la piel seca puedes mezclar una cuchara de hierbas de manzanilla, bien secas o frescas, con otra de albahaca. En este caso se llenará una cazuela con agua hirviendo y cuando se haya enfriado un poco, se echarán las hierbas y se dejará que reposen durante unos minutos. Cuando se compruebe que el agua no está demasiado caliente, se debe colocar una toalla alrededor de la cabeza y del cuello. En ese momento habrá que inclinarse sobre la cacerola o el recipiente que se haya utilizado y permanecer en esa posición durante unos tres minutos. Después se recomienda aplicarse una crema hidratante.