Según algunas investigaciones, el aceite de pescado puede ser utilizado para combatir el dolor. Cuando se sufre de fuertes dolores de cabeza o espalda, no hay nada que ayude más que un analgésico. Sin embargo, tomar estos medicamentos con demasiada frecuencia, puede acostumbarar a nuestro organismo hasta el punto que sus efectos se tpornan practicamente nulos. Por no mencionar el hecho de que consumir productos químicos no siempre es beneficiosos para nuestro organismo.
Según un estudio reciente llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad Duke y publicado en los últimos días por la revista especializada «Annals of Neurology«, el aceite de pescado puede ser usado como un calmante natural del dolor.
Los investigadores llevaron a cabo esta investigación a partir de un concepto bastante conocido: los productos que se utilizan generalmente para combatir el dolor de los pacientes están representados por opioides o analgésicos que, sin embargo, tienen una serie de daños colaterales. En primer lugar, la dependencia a ellos.
Los expertos decidieron poner bajo examen un derivado del aceite de pescado, el ácido docosahexaenoico, que generalmente es considerado una ayuda natural contra el dolor neuropático causado por lesiones en el sistema sensorial.
Los primeros análisis se realizaron utilizando animales de laboratorio que habían sufrido previamente un dolor y a los cuales se les administró una dosis de compuesto de neuroprotectina D1 = protectina D1.
Después de las pruebas, se descubrió que la neuropectina había sido capaz de calmar el dolor inmediatamente y posteriormente disminuir la inflamación del nervio.
Estos efectos fueron posible gracias a la capacidad del compuesto para inhibir la producción de citocinas y quimiocinas, es decir, las pequeñas moléculas que actúan como señales que atraen a los macrófagos inflamatorios en las células nerviosas, provocando dolor.
Los científicos también demostraron otro aspecto que no debe absolutamente pasarse por alto: este compuesto también es eficaz cuando se toma en dosis bajas y no causa ningún tipo de adicción. Ahora sólo cabe esperar a que se llevan a cabo pruebas en seres humanos.