El estreñimiento consiste en una falta de movilidad de manera regular de los intestinos. También puede darse el caso de que éstos al moverse no se vacíen completamente y provocan esa sensación de estreñimiento tan desagradable y que por desgracia es un mal muy común.
Estreñimiento y estilo de vida
Este trastorno es cada vez más frecuente debido a que nos hemos vuelto mucho más sedentarios. La falta de ejercicio, la ingesta de escasos líquidos y el consumo de alimentos que no contienen mucha fibra, son algunas de las principales causas del estreñimiento. Pero también se desarrolla en ocasiones por ciertas situaciones como por ejemplo un viaje o períodos de estrés.
También puede venir provocado a consecuencia de sufrir problemas en la tiroides, en el hígado, en la vesícula o durante la menopausia y embarazo.
Sus principales síntomas son dificultad y dolor al evacuar, heces duras y secas, inflamación del abdomen y poca frecuencia al realizar las evacuaciones (una vez cada cuatro días o incluso más).
Remedios populares para combatir el estreñimiento
Uno de los remedios más populares y que seguro todo el mundo hemos escuchado desde bien pequeños, es frotar la tripa con un poco de aceite de oliva realizando movimientos circulares. Pero desde luego, no por antiguo, es menos efectivo este remedio.
Una papaya o un kiwi, preferiblemente tomado en ayunas por las mañanas también contribuye a solucionar este problema, así como beber también nada más levantarse un vaso de agua tibia para continuar con un desayuno a base de cereales integrales, fruta fresca y lácteos desnatados.
Puedes realizar una infusión con semillas de lino maceradas, ya que contienen propiedades laxantes excelentes. Para ello echa dos cucharas de dichas semillas en una taza con agua caliente y deja que repose todo junto durante unas doce horas. Cuando haya pasado este tiempo, tómalo antes de acostarte por la noche. Puedes añadir un poco de miel o de limón para mejorar su gusto.
Otra infusión que puedes preparar en casa es cocer en un litro y medio de agua, cincuenta gramos de pasas, cincuenta gramos de higos secos y cincuenta gramos de cebada. Agrega después quince gramos de regaliz en trozos y tapa todo durante una noche entera. Cuélalo y toma una cuchara cada vez que creas conveniente.
Saca el zumo de dos naranjas y añade dos cucharas de aceite de oliva puro virgen. Mezcla bien ambos ingredientes y tómalo durante las mañanas preferiblemente.
Otro excelente remedio es rallar las raíces de los tallos de un apio y mezclarlos con la ayuda de una batidora, con un poco de aceite de oliva y sal. Se debe tomar una cucharada de esta mezcla nada más levantarse y otra al acostarse.
En una taza con agua que esté hirviendo se añade una cucharada de hojas de sen, otra de flores de manzanilla y un puñado de semillas de hinojo. Se tapa todo y se deja que repose durante diez minutos. Este remedio debe usarse bajo supervisión médica ya que las hojas de sen pueden llegar a causar cólicos intestinales.