Más de una vez nos hemos encontrado con estos ?bichitos?? en nuestra casa, bien en la ropa que teníamos guardada o en textiles del hogar como cortinas o alfombras que teníamos almacenados en algún rincón y que no usamos continuamente. Descubre cómo prevenir su aparición con trucos y remedios caseros que podrás utilizar sin gastar apenas dinero.
Prevenir la aparición de polillas
La mejor manera de prevenir que las polillas hagan su aparición en cualquier lugar de nuestro hogar, pasa por la manera que tengamos de guardar nuestra ropa. Si eres de las personas que la guardan al acabar cada temporada, es conveniente lavar todas las prendas previamente y secarlas perfectamente antes de meterlas en cualquier lugar. Además si las planchas antes de guardarlas, lograrás matar las posibles larvas que se puedan haber adherido a ellas.
Deberás guardar cualquier tipo de textil en cajones que sean herméticos o en bolsas de plástico. También puedes utilizar maletas que no uses habitualmente y colocarlas en lugares secos, ya que la humedad propicia el cultivo de las polillas. Si cuentas con un mueble fabricado en madera de cedro, también podrás utilizarlo para guardar en él esa ropa que no se va a utilizar durante mucho tiempo, ya que esta madera es un repelente muy potente para estos pequeños insectos.
Repelentes naturales de polillas
Existen algunos remedios naturales que te ayudarán a combatir las polillas como por ejemplo la lavanda. Esta planta puedes utilizarla mojando trozos de algodón en su aceite o usándola seca y colocándola junto a las prendas que quieras prevenir. Para ello cuelga un ramo dentro del armario con la ayuda de una goma elástica para que se vayan secando a su ritmo. Además cuando tengas que sacar la ropa verás que han adquirido un olor muy agradable.
Unas hojas de menta seca también son muy eficaces, tanto o más como las bolas de naftalina que se venden normalmente en las tiendas para luchar contra las polillas.
El tomillo es una muy buena opción igualmente contra las polillas. Introduce en una pequeña bolsa de tela un puñado de esta hierba y colócala al lado de tus prendas. Cámbiala por una nueva cada vez que saques la ropa de temporada.
También puedes hacer una mezcla de alcanfor disuelto en medio vaso de cualquier alcohol vegetal y rociarlo sobre las prendas antes de guardarlas. Si no quieres utilizar este tipo de producto químico puedes meter en una bolsa de tela unos granos de pimienta negra, un clavo de olor, unas flores de lavanda y unas hojas de salvia o de mente fresca y colocarlas junto a la ropa.
Otra opción es frotar con aceite de laurel, las puertas, muebles o cualquier mobiliario de madera donde vayas a guardar la ropa, para protegerlos de las polillas.
Una mezcla muy eficaz es juntar unas hojas de menta, con tomillo, romero y unos clavos de olor todo ello bien molido, y colocarlo en un recipiente o en una bolsita en los lugares donde vayas a guardar la ropa. Eso sí, ten la precaución de no ponerlo al alcance de niños pequeños o de tus animales domésticos.