Una sonrisa brillante, blanca y cuidada es nuestra carta de presentación. Los dientes son, a menudo, el centro deatención en la belleza femenina o masculina , una sonrisa brillante, blanca y cuidada es realmente un punto a nuestro favor. A menudo, sin embargo, los tratamientos para los dientes son muy caros, y los blanqueamientos se encuentran entre los más costosos.
Sin embargp, existen algunos trucos caseros que pueden dar buenos resultados. Los métodos más sencillos para blanquear los dientes se realizan a base de bicarbonato de sodio o sal y limón.
En cuanto al primer método se puede utilizar en el caso de dientes manchados o amarillentos; para los primeros, mezclar bicarbonato y limón, creando una especie de dentífricio y cepillarse los dientes. En el segundo caso se pueden realizar enjuagues con bicarbonato o mezclarlo con pasta de dientes y utilizarlo para cepillar los dientes.
Si no existen problemas específicos, sino sólo el deseo de tener una sonrisa perfecta, se puede optar por el uso de sal y jugo de limón mezclados en un tazón pequeño, preferentemente de plástico, meclados hasta formar una pasta.
Esta preparación da buenos resultados, debido a que la sal actúa como un abrasivo y el ácido del limón como un eliminador de manchas. Tenga cuidado de no frotar las encías con esta pasta para no causar irritación.
Recuerde, sin embargo, que estos métodos son abrasivos y, si se utilizan a menudo, pueden dañar el esmalte dental, por lo que se recomienda recurrir a ellos sólo en ocasiones excepcionales y recurriendo al consejo del odontólogo.
Por supuesto, además de estos métodos más drásticos, siempre es necesario continuar con los buenos hábitos: hilo dental, pasta de dientes y enjuague bucal.