Aunque muchas personas no prestan ni los cuidados ni la atención que los pies se merecen, lo cierto es que esta zona del cuerpo es una estructura bastante compleja por lo que debe recibir unos mínimos cuidados para evitar dolor, irritación o ardor en ellos. Remedios naturales para eliminar el dolor de pies
Existen una serie de remedios naturales que pueden utilizarse en el caso de sufrir dolor de pies, especialmente cuando al acabar la jornada por fin nos hemos podido quitar esos zapatos que tanto nos aprietan o esos de tacón tan alto y que han conseguido que llevemos todo el día “sufriendo”.
– En un barreño con agua templada, es decir, que no esté ni muy caliente ni muy fría, se añaden dos cucharas de sal y se introducen los pies durante unos diez minutos aproximadamente. Después se enjuagan con agua fresca y limpia y se secan los pies con pequeños golpecitos. Una vez secos se aplica una crema hidratante con masajes circulares deslizando con fuerza el pulgar por el arco de los pies para conseguir que desaparezca el dolor.
– Se hierven tres tazas de agua durante diez minutos en una cacerola. Después se añaden seis hojas de menta. Cuando hayan cocido se retira el cazo del fuego y cuando el agua esté tibia se traspasa el agua a u n recipiente que sea lo bastante ancho como para introducir los pies. Se dejan en remojo durante cinco minutos y después se enjuagan con agua bien fresca.
– Debajo de un chorro de agua bien caliente se colocan los pies durante un minuto y luego durante otro minuto en agua fría. Se va alternando durante cinco minutos para terminar con el chorro de agua fría. Si se tienen problemas de salud, especialmente diabetes, no se debe usar este remedio.
– En un recipiente lo suficientemente ancho como para introducir los pies, se añade agua tibia con seis gotas de aceite de eucalipto junto con seis gotas más de aceite de romero. Se meten los pies durante cinco minutos moviéndolos continuamente dentro del agua.
– Para conseguir un efecto refrescante que consiga atenuar el dolor de pies, se pueden frotar éstos con un poco de vinagre o con agua de hamamelis mientras se realizan pequeños masajes.
– Con un poco de aceite de castor se dan unos masajes en los pies para aliviar el dolor. Este remedio sirve también si se siente demasiada sequedad o irritación en ellos. El masaje debe efectuarse en círculos primero en las plantas de los pies para terminar apretando fuertemente cada uno de los dedos desde la base de éstos.
– En una palangana con agua se añaden quince gotas de esencia de menta y se introducen los pies. Este remedio resulta especialmente eficaz para esos días tan calurosos de los veranos. Si es invierno se puede cambiar la esencia de mente por esencia de geranio o de mirto que debe añadirse igualmente a una palangana con agua tibia.