Se trata de un problema de circulación que involucra a los capilares de la cara y las piernas: enfréntalo así… Todos lo sabemos: se trata principalmente de los cambios de temperatura, los que acentúan las imperfecciones relacionadas con la microcirculación, como la rosácea y la fragilidad capilar. La rosácea, en particular, es causada por la vasodilatación de la microcirculación subepidérmica y se manifiesta por un desagradable enrojecimiento en las mejillas, la nariz, o sobre toda la superficie del rostro. A veces en cambio, la mala circulación se localiza en las piernas, con capilares y venas evidentes. En estos casos, además de cuidar la dieta y prestar atención a los kilos de más, encontraremos un una valiosa ayuda en las soluciones verdes: veamos cuáles son particularmente eficaces para resolver o al menos mitigar estos defectos de menor importancia, relacionados con el debilitamiento de la microcirculación. Previniendo también trastornos más importantes.
El gran amigo de la circulación
El arándano es recomendado para curar los capilares frágiles, la rosácea y la dilatación venosa causada por un exceso de radicales libres. Además de estimular la circulación, tiene un efecto desintoxicante y revitalizante en el intestino.
Lo ideal sería consumir arándanos frescos unas cuantas veces al día entre las comidas, en la ensalada, solos o con jugo de limón y una cucharadita de miel. También puede consumirse jugo de arándano, de preferencia orgánico. se bebe por la mañana, con el estómago vacío, sólo, con agua o jugo de manzana.
Otros aliados naturales
En presencia de rosácea y, sobre todo, de capilares evidentes, son útiles las aplicaciones locales de cremas y/o pomadas calmantes, que promuevan la reabsorción del enrojecimiento. Estas son las que conviene utilizar.
– Aceite de milenrama: tiene excelentes efectos calmantes y preventivos en la formación de capilares y venitas. Se puede aplicar en la cara (antes de la crema de día y de noche) y también en el cuerpo gracias a sus propiedades calmantes y desinflamatorias.
– Cremas con hamamelis y acebo: estos dos extractos vegetales son potentes vasoconstrictores de los músculos lisos de la pared venosa, y se aplican en forma de cremas en las piernas, evitando el estancamiento en las extremidades inferiores. Combaten edemas, venas varicosas y la fragilidad capilar.
El suplemento adecuado es la vid roja
Esta planta realiza, a nivel interno, una importante acción protectora sobre los capilares. Se puede tomar en forma de cápsulas, disponibles en las herboristerías: 2 por día por la mañana con un gran vaso de agua, durante al menos 2 meses. También se puede utilizar en forma de compresas: adquirir en las herboristerías hojas de vid, poner un puñado en un litro de agua, hervir 10 minutos, filtrar, y cuando el líquido esté frío, embeber gasas y aplicar en las zonas afectadas por capilares o rosácea.
Si además de los capilares tiene las piernas pesadas…
Lo que necesita es una pomada especiada útil para activar la circulación periférica y aliviar el cansancio de las piernas, que también se puede preparar en casa. Cortar en trozos pequeños la ralladura de 3 naranjas y 3 limones orgánicos, ponerlos en un recipiente con media cucharadita de canela en polvo y mezclar todo con 50 ml de aceite de caléndula. Verter en la palma de la mano una pequeña cantidad de la mezcla y masajear las piernas hinchadas y cansadas de abajo hacia arriba.