Hacerse un peeling o una exfoliación como también se conoce, es perfecto para eliminar todas las imperfecciones de un rostro como pueden ser el acné o las manchas, así como para atenuar las líneas de expresión o las arrugas. De una manera muy sencilla y en cuestión de pocos minutos, se consiguen unos resultandos excelentes. Aprende cómo hacerlo en casa con productos completamente naturales.
Consejos antes de hacerse un peeling
Aunque los peelings se hacen normalmente en el rostro, también puede realizarse una exfoliación en el cuello, en los brazos, en la espalda o en cualquier otra parte del cuerpo.
En cualquier caso lo que se debe hacer es tener la zona muy limpia, lavada previamente con agua templada y con un jabón neutro para que no haya ningún rastro de suciedad y después secar completamente. Es recomendable realizarse el peeling un día que no se vaya a salir de casa para que la luz del sol no dañe la piel recién tratada. Una vez que se termine el tratamiento hay que usar una crema humectante para proteger la dermis.
Recetas de peelings naturales
Exfoliante de limón y harina de maíz. En este caso se necesita una cuchara de azúcar, el zumo de un limón, dos cucharas de agua de rosas, una cuchara de harina de maíz y unas gotas de aceite de limón esencial. Se mezcla la harina con el agua de rosas para conseguir una pasta y después se añade el zumo, el azúcar y el aceite esencial al final. Se mezcla todo perfectamente y se aplica en la zona a tratar con masajes circulares. Se deja actuar unos minutos y se lava bien con agua fría. Para cerrar los poros se puede terminar aplicando un tónico.
Exfoliante de sal y yogur. En este caso se necesita una cuchara de sal fina y dos cucharas de yogur natural. Se mezclan ambos ingredientes y se aplica sobre la zona a tratar para dejar que actúe durante veinte minutos antes de retirarlo con agua templada.
Exfoliante de toronja. Una cuchara de azúcar y el zumo de una toronja es todo lo que se necesita para esta receta. Se mezclan bien y se aplica en el rostro para que actúe unos minutos. Se enjuaga con agua templada para retirarlo. Se puede repetir este tratamiento hasta tres veces a la semana, dejando, eso sí, un día de descanso entre unan aplicación y otra.
Exfoliante de limón y tomate. Con el zumo de medio limón, un tomate y dos cucharas de azúcar, podrás realizarte un peeling casero que da muy buenos resultados. Comienza machacando el tomate y añade el azúcar y el limón a continuación. Esparce el resultado por el rostro mediante masajes circulares y deja actuar durante quince minutos. Retira con agua fría para que los poros se cierren bien.
Exfoliante de arena. Cuando vayas a la playa puedes aprovechar para hacerte este tratamiento en los talones, los pies y las piernas. Primero date un baño y después frota la arena suavemente sobre la zona que quieras, con la piel aún húmeda. Junto con la sal y la arena verás que resultados tan increíbles consigues.