Las ollas quemadas también se pueden recuperar con pocos elementos al alcance de la mano. ¿Quién no ha olvidado una olla en la estufa y quedó negra como el carbón? ¿Cuántas ollas se han descartado por este motivo? Por desgracia, este tipo de incidentes pueden ocurrir, pero a no desesperar, ya que es posible recuperar la olla «carbonizada» de una manera rápida y fácil, sin tirar nada y sin tener que gastar más dinero para comprar productos especiales o una nueva olla. Veamos cómo.
En primer lugar, para resolver el problema, lo primero que debe hacer es tomar la olla quemada, ponerla de nuevo sobre el fuego, y agregar agua en el interior y una cucharada de nuestro utilísimo bicarbonato; llevar a ebullición y dejar reposar luego, durante alrededor de una hora. Si el daño no es catastrófico, se debería poder limpiar la parte quemada con una cierta facilidad; en caso de ser necesario, repetir la operación. Seguramente el fondo de la olla recuperará su gloria.
Un sistema más eficaz indica el uso de dos cucharadas de bicarbonato de sodio mezclado con un poco de detergente líquido para platos y media taza de vinagre blanco. Colocar en la holla con agua, hervir durante media hora y luego refregar el fondo de la olla con una esponja, tal vez uno de lana de acero que se encontran fácilmente en los supermercados. Frotar vigorosamente y verá que de esta manera se eliminará todos muy fácilmente,en forma económica y eficaz.