Un trastorno que afecta a muchas mujeres (y también hombres), y trae muchos pequeños inconvenientes. Se llama rosácea y se manifiesta por los capilares de las mejillas inflamados, lo que lleva a un enrojecimiento y sensación de calor en la piel. Esta enfermedad se reagudiza especialmente con la llegada de los primeros fríos y en pleno invierno. También un fuerte estrés, puede provocar este tipo de inflamación crónica.
Para combatir este trastorno, se puede recurrir a máscaras naturales con manzanilla, malva, caléndula y regaliz. Todas estas plantas y hierbas tienen propiedades anti-inflamatorias.
Las zanahorias por su parte, tienen excelentes propiedades calmantes: se pueden licuar y aplicar sobre el rostro durante veinte minutos y luego enjuagar. La cara estará menos hinchada y más firme. De hecho, en los casos más agudos, la rosácea también provoca hinchazón, contra la cual es excelente el arándano.
Aparte de los remedios naturales, es importante saber que las personas que sufren de rosácea deben abandonar las cremas tradicionales y utilizar alguna especial. El consejo es aplicar cremas para las pieles sensibles y delicadas, con propiedades descongestionantes, y textura delicada.
Una atención especial debe ponerse en la alimentación. Evitar las comidas demasiado pesadas y preferir mucha fruta fresca, como los arándanos y otras bayas, así como una gran cantidad de frutos secos. Tabaco y alcohol siempre son malos, pero en el caso de la rosácea hay que evitarlos como la peste. Siempre lávese con agua tibia y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Utilizar también una línea de protección específica, antes de la exposición al sol en el verano. De hecho, se debe evitar tomar demasiado sol, sobre todo al mediodía.
También es buena una consulta con el ginecólogo ya que a menudo, la rosácea tiene sus raíces en los mediados en desequilibrios hormonales que siempre es bueno investigar a fondo.