La dieta vegetariana es una cura contra el envejecimiento y los que deciden eliminar la carne de su dieta viven más tiempo. La confirmación viene de una nueva investigación científica, que estudió los efectos de la alimentación en el organismo, en presencia de tumores. El estudio que investigó la dieta vegetariana en relación a la salud fue llevada a cabo por un equipo de médicos de California (EEUU). Los expertos involucraron en el estudio a 10 pacientes con cáncer de próstata, que se sometieron a una dieta vegetariana. La dieta seguida tuvo un impacto en los cromosomas, con particular referencia a los telómeros, unos filamentos que determinan, a partir de su longitud, el progreso del envejecimiento de una persona.
Debido a los procesos de envejecimiento, los telómeros tienden a acortarse, hasta consumirse completamente, causando la muerte celular. Gracias a la dieta vegetariana, este proceso no sólo fue bloqueado, sino que también se revirtió.
En efecto, en los pacientes que siguieron la dieta vegetariana, los telómeros se alargaron un 30% en tan sólo 3 meses, mientras que en los sujetos que constituian el grupo de control (formado por aquellos que no siguieron la dieta vegetariana), la longitud de los telómeros no había sufrido ningún cambio.
Una nueva evidencia científica de cómo nuestras elecciones alimenticias pueden afectar de modo concreto nuestro estado de salud. El cambio positivo que se verificó los telómeros se produjo en pacientes con cáncer de próstata, pero los médicos están convencidos de que los mismos efectos también se pueden manifestar en pacientes sanos.
Los investigadores subrayan los efectos antienvejecimiento de una dieta vegetariana basada en alimentos vegetales, recomendando la combinación de una dieta saludable con ejercicio regular durante al menos 30 minutos al día.
Los resultados del estudio de California arriban a las mismas conclusiones que un estudio similar llevado a cabo por la Universidad de Loma Linda; ambos han sido publicados en la revista The Lancet Oncology.