El ginseng es un planta que crece de forma silvestre. Cada una de las partes de esta planta resulta muy útil para diferentes propósitos y al combinarse entre ellas se crean estupendas preparaciones medicinales e infusiones.
Los numerosos beneficios del ginseng
Los chinos creían que cuando ingerían ginseng los malos espíritus se expulsaban del cuerpo proporcionando felicidad. De esta manera el cuerpo rebosaba energía y la persona conseguía vivir mucho más tiempo. Esto por supuesto, era una interpretación de todos los beneficios del ginseng, proporcionados por sus sustancias biológicas y químicas a su vez producidas por los adaptógenos que contiene que ayudan a regular las funciones del organismo.
¿Para qué se utiliza el ginseng?
Consumido en forma de té aporta a la salud una gran cantidad de beneficios como por ejemplo la estimulación del apetito, la regulación de problemas digestivos, la mejora de la circulación sanguínea y del sistema cardiovascular en general, mejora el estado del ánimo y el cansancio, disminuye el malestar en el período menstrual, ayuda a reducir el estrés y fortalece el sistema inmunológico lo que sirve para prevenir infecciones.
Estos beneficios pueden resultar muy útiles para personas que sufren diabetes, asma, artritis, dolores constantes de cabeza, úlceras de estómago, etc. Además gracias a sus propiedades antiinflamatorias es sabido que esta planta ayuda a reducir las posibilidades de desarrollar un cáncer y por ende, coadyuda al control en los tratamientos de esta enfermedad. Por su parte los antioxidantes que contiene el ginseng son muy beneficiosos para la salud del corazón y ayudan a solucionar diferentes problemas cardíacos.
Cómo preparar el ginseng
Una taza de té es muy útil para beneficiarse de las múltiples cualidades de esta planta. Consigue un poco de ginseng fresco y corta diez rodajas pequeñas. Hiérvelas a fuego lento con tres tazas de agua durante unos quince minutos. Retira después las rodajas del ginseng y deja que se enfríe el líquido. Puedes tomarlo frío o caliente e incluso puedes guardarlo en el frigorífico.
Los efectos adversos y las contraindicaciones del ginseng
El ginseng es una planta no tóxica y como tal, generalmente no presenta ningún tipo de riesgo para las personas que lo consumen, aunque lo cierto es que si se ingiere durante un período de tiempo muy elevado, puede llegar a provocar problemas de insomnio o de hipertensión.
También es conveniente que el uso del ginseng sea restringido, o al menos controlado por un doctor, en aquellas personas que están utilizando un cierto tipo de medicamentos, debido a los componentes tan potentes con los que cuenta esta planta. Así por ejemplo puede provocar efectos adversos si se toma a la vez que la insulina, la warfarina, la heparina, los diuréticos, la fenelzina o la aspirina.
Así mismo no debe ser utilizado con cualquier tipo de medicamento que estimule el sistema nervioso o que llegue a elevar el estado cognitivo. Las mujeres que se encuentran embarazadas, las que están dando el pecho y los niños pequeños, deben evitar también su consumo.