La limpieza de los cristales es una de las tareas más incómodas del hogar. Y es que la suciedad se adhiere muy fácilmente a ellos además de que durante su limpieza siempre quedan algunas marcas, vetas y huellas que hacen que casi nunca queden perfectos. Aquí vamos a mostrar algunos pequeños trucos y remedios para que esta tarea resulte mucho más sencilla y queden perfectos.
Cómo limpiar los cristales de las ventanas y de las puertas
Para que queden bien relucientes los cristales de la casa, se debe diluir la misma cantidad de agua que de alcohol en un recipiente y después aplicar la solución sobre los cristales con la ayuda de una esponja. A continuación se frota con papel de periódico arrugado como si fuera una pelota de igual manera que se haría con un trapo y cuando dicho papel esté empapado se cambia por otro y se repite la misma operación hasta que los cristales queden perfectamente limpios.
Cómo limpiar unos cristales manchados de grasa
En este caso habrá que diluir una cuchara pequeña de café de almidón en medio litro de agua caliente y extender la solución resultante por el cristal también con la ayuda de una esponja. Después se deja secar y se frota con un papel de periódico impregnado en vinagre.
Como precaución este remedio no se debe utilizar en cristales que estén ubicados al sol ya que se secarían demasiado rápido y no habría tiempo de eliminar la suciedad perfectamente.
Cómo limpiar cristales de roca
Si en casa hay alguna lámpara de cristal de roca se puede limpiar utilizando un trapo que sea suave empapado en alcohol y pasarlo por los cristales. Una vez que se haya secado, volverán a brillar.
Otros remedios para la limpieza de cristales
Otro truco muy socorrido es usar una mezcla de alcohol, agua caliente y un poco de amoníaco. Se aplica la solución sobre los cristales y se seca con la ayuda de un paño bien seco que no deje pelusas. Para ello se recomienda utilizar bayetas de microfibras, pero si no es posible, se puede utilizar una camiseta o trapo viejo, aunque eso sí, bien limpio o papel de periódico. Para terminar se puede pasar un borrador de pizarras que esté nuevo para conseguir que vuelvan a brillar de nuevo.
Otra buena solución para eliminar la suciedad de los cristales es utilizar cebolla. Se debe cortar una rodaja lo suficientemente gruesa para poder trabajar con ella fácilmente y se pasa por los cristales sucios. Cuando dicha rodaja se haya impregnado de la suciedad de los cristales se debe reemplazar por otra hasta que queden bien relucientes.
Si además de limpiar los cristales se quieren prevenir las típicas ralladuras que se producen en ellos, especialmente en los cristales de las mesas, se puede utilizar un poco de aceite de lino. Además de quedar relucientes se evitará que diferentes objetos puedan dejar marca en ellos, algo que hace que parezcan que estén mucho más sucios de lo que en realidad están.