Los jabones naturales caseros son una opción excelente especialmente para todas aquellas personas que son alérgicas a ciertos productos o que buscan algunos que sean menos agresivos o menos irritantes para la piel. Descubre algunas de las recetas más interesantes de jabones que se pueden hacer fácilmente desde casa.
Jabón de canela
Para preparar este jabón se necesita una cuchara de canela en polvo, un jabón de glicerina y diez gotas de aceite de canela.
En una cacerola se derrite a fuego bajo el jabón de glicerina hasta que se quede bien líquido. En ese momento se retira del fuego la cacerola y se mezcla con el polvo de canela y con el aceite hasta conseguir una mezcla perfecta. Se echa el resultado en un molde y se deja allí durante unas tres horas o hasta que se observe que se ha endurecido.
Jabón silvestre
Para hacer este jabón se necesitará media taza de agua destilada, media taza de agua de flor de naranja, una cuchara de hojas de menta seca, una cuchara de manzanilla seca, una cuchara de pétalos de rosa secos, una cuchara de aceite de ricino, una cuchara de flores de naranjo y medio jabón de glicerina.
Mezcla el agua destilada con el agua de flor de naranja en un cazo y llévalo a ebullición. Retira del fuego el cazo y añade la manzanilla, la menta, los pétalos de rosa y las flores de naranjo. Se deja que repose durante una hora y se cuelan las flores y las hierbas para recalentar posteriormente el agua. Se añade después el jabón de glicerina y se remueve en el aceite de ricino. Se debe dejar enfriar a temperatura ambiente.
Jabón de vainilla y almendras
Este tipo de jabón es perfecto para eliminar el aceite y la suciedad de la piel sin secarla. Las almendras proporcionan una textura muy bonita al jabón y la vainilla le otorga un aroma delicioso.
Se necesita un tercio de una taza de almendras enteras, una barra de jabón de Castilla, un cuarto de taza de agua destilada, una cuchara de aceite de almendras y un octavo de una cuchara pequeña de fragancia de vainilla.
Se muelen las almendras hasta convertirlas en polvo. Por otra parte se tritura el jabón y se coloca en un cazo junto con el agua hasta que ésta comience a hervir y luego se deja reducir con el fuego más bajo.
Una vez realizado este paso se retira el cazo del fuego y se añade la almendra triturada, el aceite de almendras y el aceite de vainilla para mezclar todo perfectamente. Se introduce en el molde elegido y se deja reposar durante cinco horas o hasta que el jabón se haya endurecido.
Jabón de avena
Para elaborar este jabón se necesita un poco de jabón neutro y harina de avena en la misma proporción y agua. Se comienza rallando el jabón y se coloca en un recipiente. Se cubre con agua y se pone al baño María. Cuando se haya derretido se remueve bien y se va agregando poco a poco la harina de avena hasta conseguir una mezcla bien uniforme. Se retira del fuego el cazo y se deja que refresque antes de darle la forma que se desea a este jabón que por otra parte, gracias a la harina de avena, está recomendado en casos de padecer piel grasa.