A pesar de sus extraordinarias propiedades, el aloe, como todas las plantas, no es inmune a los efectos secundarios. 
Estudiando la etimología del término, se descubre que la palabra Aloe deriva del griego ALS-alos, es decir, «sal«, probablemente debido a su amargo sabor que recuerda a la del agua del mar. Esta definición se ajusta perfectamente para ubicar al aloe dentro de la categoría de las drogas amargas.
Curiosidades
Las mujeres del antiguo imperio maya, frotaban hojas de Aloe en sus pechos antes de amamantar a sus hijos: el fuerte sabor amargo del aloe, producto de la aloina, hacían al pezón poco apetecible, con el fin apurar el destete. En este caso, el efecto secundario del amargor del aloe, era especialmente utilizado por las mujeres mayas.
Pero los efectos secundarios por los que se conoce al aloe son muy diferentes. Veamos cuáles son:
Propiedades laxantes del judo de aloe
El jugo de aloe es una antraquinona (substancias que estimulan el peristaltismo intestinal y actúan como laxantes) purgativa: entre todas las drogas antraquinonas, con efectos laxantes (por ejemplo la casia, el ruibarbo y el sen), el aloe es sin duda el más poderoso, dada su acción altamente irritante. Sus antraquinonas son tan irritantes que pueden crear verdaderas úlceras en la mucosa intestinal; por esta razón, el extracto de antraquinonas no debe ser ingerido puro, sino diluído.
El efecto laxante del aloe, sin embargo, no es inmediato:se debe esperar un período de 6-8 horas, después de consumido el jugo de aloe, para asegurarse de que el fármaco ejerza su acción a nivel del intestino grueso. Durante este período de tiempo está absolutamente desaconsejado tomar otros laxantes o una nueva dosis de aloe, en la esperanza de acelerar los efectos purgantes, ya que aumentarían los efectos secundarios.
El aloe está desaconsejado en el embarazo y durante la lactancia ya que pasa a la leche materna, que se vuelve amarga, y también puede provocar efectos secundarios en el bebé.
Contraindicaciones de uso
No se recomienda el uso de jugo de aloe durante el ciclo menstrual, ya que puede intensificar el flujo sanguíneo. También se debe evitar en los niños, así como en presencia de venas varicosas, hemorroides, problemas renales, en caso de enfermedades inflamatorias que afecten los intestinos,en caso de apendicitis y enfermedad de Crohn.
El uso prolongado del jugo de aloe no es recomendable ya que, al igual que todos los medicamentos a base de antraquinonas, el aloe también puede causar melanosis y atonía del colon.
El jugo de aloe y los fármacos
El jugo de aloe no debe tomarse con medicamentos diuréticos tiazídicos, corticosteroides, regaliz y glucósidos cardiacos: estos medicamentos, cuando se toman en combinación con jugo de aloe, pueden acentuar la pérdida de potasio, dando lugar a hipopotasemia
Es bueno no olvidar que una ingesta de aloe junto con otros tipos de fármacos, administrados por vía oral, puede reducir la absorción de los mismos.
Se verificaron casos raros de dermatitis y alergias en personas susceptibles y en las personas alérgicas a las liliáceas.
Teniendo en cuenta que «la dosis hace el veneno», para minimizar el riesgo de efectos secundarios importantes, siempre debe utilizar el jugo de aloe respetando las dosis recomendadas y por un corto período de tiempo.
