La Lapsana (Lapsana communis) es una planta silvestre comúnmente conocida por sus propiedaes purificantes y relajantes. De sabor amargo similar al diente de león, la lapsana es típicamente utilizada – tanto cruda como cocida – en mezclas de verduras y también en prepardos herborísticos.
Propiedades de la Lapsana
El nombre deriva del griego Lapazein, y del latín lampsana, que significa purga, en alusión a sus características. No es casualidad, de hecho, que la Lapsana sea ampliamente utilizada en especial contra el estreñimiento.
Y no sólo: en la medicina herbal, la Lapsana se utiliza en ungüentos o cataplasmas, también para el tratamiento de la inflamación de los senos de las mujeres durante el periodo de lactancia (la Lapsana también se conoce como «hierba de los senos«), como agente curativo, para sanar la piel agrietada.
Además, la Lapsana se utiliza como un extracto fluido para reducir el nivel de azúcar en la sangre, combatiendo así la diabetes.
La Lapsana se encuentra fácilmente en el campo, es originaria de las zonas templadas de Eurasia, pero se ha extendido a otros lugares del planeta y se considera una especie invasora en Australia, Chile, Nueva Zelanda y partes de América del Norte. Se localiza principalmente en terrenos húmedos y a la sombra y creciendo también en forma salvaje a lo largo de las paredes y en los jardines.
Las flores son de color amarillo, las hojas dentadas y el tallo es delgado y erguido, ramificado en la parte superior.
Si usted va a buscar Lapsana o cualquier otra hierba medicinal, tenga en cuenta 7 simples reglas:
1. No recoger plantas que no conozca o llévesela a alguien que esté familiarizado con el mundo de las hierbas.
2. Evite las hierbas que se acumulan en los bordes de las calles concurridas, en las zonas cercanas a fuentes de contaminación (por ejemplo, desagües, áreas sujetas a vertido de aguas residuales, granjas de animales, vertederos, etc.) y en los parques frecuentados por animales.
3. Recoger hierbas en campos no sometidos a tratamientos químicos.
4. Si las plantas parecen enfermas o con moho, no los recoja.
5. Recuerde que en áreas protegidas la recolección está prohibida!
6. No arranque la planta entera! Sólo se necesita un poco.
7. Una vez cosechadas, recuerde que las plantas silvestres siempre hay que limpiarlas meticulosamente.