El insomnio se puede superar con una vida sana y con la ayuda de remedios naturales. Uno de los males más comunes de nuestro tiempo es sin duda el insomnio que afecta a un número creciente de personas y por una variedad de razones: mala alimentación, estrés, ansiedad, uso excesivo de dispositivos electrónicos a una hora tardía, son algunos de los más comunes. El insomnio crónico y esporádico, es un trastorno que afecta cada vez más a menudo, incluso a adolescentes y niños y, cuando la falta de sueño se vuelve crónica a una edad temprana, puede causar daño cerebral e ineficiencia del sistema inmune de distinta gravedad.
El insomnio, por lo tanto, es un enemigo a tener en cuenta, entendiendo las causas que loprovocan y solucionando el problema con los recursos adecuados. En primer lugar, la adopción de un estilo de vida saludable, realizar una actividad física moderada, un dieta baja en sal y grasas, cenas ligeras y ritmos de vida regulares.
Evitar el alcohol, el café, la nicotina y otras sustancias que dañan los tejidos y estimulan la inquietud. Preferir comidas sana y ligeras, especialmente en la cena y reemplazar la televisión o PC con un buen libro, tal vez acompañado con un té relajante a la manzanilla o un vaso de leche caliente y miel.
El sueño es también el mejor aliado de la belleza, ya que es esencial para relajar los rasgos faciales, prevenir la hinchazón y las ojeras, y mejorar el tono muscular del rostro sin tener que recurrir a tratamientos en un salón de belleza.
Sin embargo, durante los períodos de alto estrés psico-físico en general, cuando la adopción de buenos hábitos no es suficiente para evitar interminables y nocivas noches de vigilia, algunos remedios naturales pueden ser muy eficaces para encontrar la comodidad y el descanso.
– La raíz de valeriana, por ejemplo, es particularmente rica en aceites esenciales y ácido valeriánico, sustancias capaces de aumentar la producción de un ácido gamma-aminobutírico en el cerebro, a saber, el aminoácido natural más potente por su acción sedante.
– De origen (y uso) incluso más antiguo para conciliar el sueño, es la flor de la amapola cuyos pétalos son ricos en alcaloides y sustancias emolientes, capaces de generar un efecto sedante gradual y de larga duración.
– Otra planta medicinal de las propiedades conocidas para ayudar a dormir es el espino blanco que tomado en forma de tisana o infusión ayuda a disminuir la presión arterial y con ello la excitabilidad del corazón. La ingesta de espino, sin embargo, se debe considerar cuidadosamente, siempre bajo consejo médico.
– Al igual que el espino blanco, el bálsamo es una hierba medicinal igualmente conocida por ser un sedante natural y ansiolítico muy eficaz.
– La pasiflora, la hierba de San Juan y el tilo son remedios contra el insomnio ampliamente utilizados en la homeopatía y la medicina natural, a menudo recomendados también en el caso de hipertensión y apetito nervioso, causa de bruscos despertares nocturnos.Puede ser de interés:
¿Cuáles son los alimentos que interfieren con el sueño y cuáles los que lo propician?
El chocolate es un estimulante natural que debe evitarse especialmente antes de ir a dormir. Así como el café, que contiene la cafeína, el chocolate es rico en tiramina y feniletilamina que actúan como estimulantes del sistema nervioso.
El chucrut, la berenjena, el vino, el chorizo, tocino y queso son alimentos que pueden afectar su sueño, ya que estimulan la liberación de tiramina y otros estimulantes cerebrales.
Los alimentos precocidos o preparados, además de poco saludables, están llenos de glutamato monosódico, que a veces puede provocar reacciones de hiperestimulación.
Los hidratos de carbono y azúcares refinados contenidos en diferentes productos de panadería (galletas, bocadillos, pasta, pan, rosquillas, etc.) son difíciles de digerir y por lo tanto no adecuados para consumir durante la noche.
Via libre al arroz y la avena que con su alto contenido de triptófanos y de alta digestibilidad favorecen el reposo nocturno.
También se recomiendan la ricotta y espinacas, ricas en fibra, vitaminas y ácido fólico que facilitan la relajación del tejido muscular.