La belleza de los pies y de las manos también es salud para el resto del organismo, razón por la cual es muy importante mantenerlos en perfecto estado y para ello vamos a ofrecerte unos remedios completamente naturales que te van a ayudar en esta tarea.
Cómo embellecer los pies
Uno de los lugares más olvidados del cuerpo son las uñas de los pies, nuestro punto más extremo pero que al igual que el resto del organismo debe estar en perfecto estado. Para cuidarlas desde casa tan solo se necesita un aguacate, un mortero, un cepillo de dientes, una palangana, un yogur natural, sal y una infusión de manzanilla.
Comienza pelando el aguacate, quitándole el hueso e introduciendo su fruto en un mortero. Añade el yogur y mézclalo todo hasta formar una pasta cohesionada. Aparta.
Humedece las unas metiendo los pies en agua caliente durante un minuto antes de cortarlas. No las cortes ni muy cortitas ni muy puntiagudas y dejando un espacio mínimo entre su extremo y la piel de los dedos para que no se monten al andar, para lo cual no deben sobresalir de éstos. Si es posible, no cortarlas con tijeras. Es preferible usar una lima o un cortador de uñas.
Al terminar de cortarlas, se deben frotar con un cepillo de dientes para que queden limpias. Después de esta operación de higiene, se introducen los pies en una palangana llena de agua con sal y se dejan reposar en ella los pies durante cinco minutos.
Sacar los pies de la palangana y envolverlos en la crema de aguacate con yogur, empezando por las uñas. Añadir una infusión de manzanilla a la palangana con agua y sal. Limpiarse los pies e introducirlos de nuevo en este preparado. Dejar reposar cinco minutos.
Cómo embellecer las manos
En casa se puede preparar una mezcla que permitirá otorgar la suavidad necesaria a las manos para que puedan responder correctamente a la agresión del medio ambiente. Para ello se necesita un mortero, una cazuela, un batidor, 30 gramos de cera virgen, 50 gramos de lanolina, medio vaso de aceite de oliva, espliego, romero, azahar y un limón.
En el mortero se mezcla el vaso de aceite con diez gramos de espliego, diez gramos de romero y diez gramos de azahar. En una cazuela se funden treinta gramos de cera virgen y se añaden cincuenta gramos de lanolina. Cuando estén bien mezcladas se aparta del fuego y se deja enfriar, removiendo de vez en cuando para que no se pegue la masa.
Pasados diez minutos se unen ambas soluciones y se bate bien hasta crear una masa cohesionada y sin grumos. Se introduce el resultado en un frasco de cristal durante una semana manteniéndolo en un lugar fresco y removiendo de vez en cuando.
Al cabo de este tiempo se colocan tres gotas sobre el envés de cada mano y se juntan extendiendo la crema a la vez que se realiza un pequeño masaje para que penetre bien por los poros. Cuando las manos estén bien secas se lavan con el jugo de un limón.