Proveniente de la medicina ayurvédica, este aceite es una panacea para muchos tratamientos de salud y belleza. Pasaron cientos de años, pero el aceite de Neem sigue siendo considerado uno de los aceites vegetales más valiosos y beneficiosos que la naturaleza puede ofrecer. Su historia tiene sus raíces en la tradición de la medicina ayurvédica india quien primero descubrió y utilizó las innumerables propiedades curativas en una variedad de preparaciones herbales y cosméticas. Por esta razón, el aceite de Neem siempre ha sido considerado uno de los remedios naturales más eficaces para el tratamiento de muchas enfermedades y trastornos comunes, así como para el cuidado del cuerpo y la piel.
No es sorprendente que desde siempre en la India, el aceite de Neem es conocido como un rishta es decir, un «árbol que puede curar todas las enfermedades«; por su parte, los árabes, lo rebautizaron Shajar-e-mubarak que significa «árbol bendito«.
Este aceite tiene usos tan variados que se recomienda en casos tan disímiles como el herpes, los piojos, los mosquitos y los dolores menstruales.
El aceite de Neem se obtiene por presión en frío de los frutos y semillas de la Azadirachta indica, una imponente planta perenne perteneciente a la familia Meliaceae, extendida en la India y Birmania, aunque ahora se cultiva en varias regiones tropicales del mundo, debido a los muchos usos y aplicaciones que encuentra en la farmacéutica moderna y la industria de los cosméticos.
Son, de hecho, más de 40 los ingredientes activos contenidos en este aceite, cuyas virtudes aún no han sido todavía descubiertas por completo. Es antiinflamatorio, antiséptico, antiparasitario y antifúngico (es un poderoso aliado para eliminar hasta 14 tipos de hongos); para el tratamiento de la laringitis, bronquitis, faringitis, otitis, infecciones gastrointestinales, infecciones por hongos y también para proteger plantas y animales de los ataques de plagas, además de ser un anti-ácaros natural.
Gracias a su acción antiinflamatoria favorecida por limonoides y catequina, es muy eficaz como remedio natural para el tratamiento de la artritis, reumatismo, calambres, dolores musculares y articulares, desgarros y contracturas; mezclado con unas gotas de aceite de almendras o caléndula se puede frotar directamente sobre la piel para aliviar estos problemas o para cicatrizar, exfoliar y reconstituir tejidos, en caso de eczema, acné, dermatitis, psoriasis, y heridas menores.
Entre otras aplicaciones, el aceite de Neem tiene un «curriculum» impresionante también en el campo de la cosmética. En este sentido, es uno de los aceites vegetales más ricos en ácido oleico y ácido esteárico, que dan al producto marcadas propiedades eudérmicas. Óptimo como hidratante, emoliente, para el tratamiento de la piel seca y para el cabello, se puede añadir a diversos productos, tales como jabones líquidos, champús antibacterianos (remedio natural contra la caspa y piojos), cremas hidratantes y geles de ducha y antioxidantes.
Sin embargo, estos son sólo algunos de los innumerables usos de este milagroso aceite, conocido a lo largo de los siglos y que le ha ganado la reputación de elixir de la salud y bienestar en todos los rincones del planeta.