Existen remedios completamente naturales que se pueden llevar a cabo desde casa para conseguir una mayor producción de leche después de haber tenido un hijo. Descubre algunos de los más populares.
Ortiga, zanahoria, tila y rapónchigo
Se comienza calentando agua hasta que llegue al punto de ebullición. En ese momento se deja reposar un momento y se añade una cuchara de ortiga menor. Mientras se va enfriando se realiza un mansaje sencillo sobre los pechos con un poco de jugo de zanahoria, un excelente hidratante natural y que no molestará al bebé cuando mame. Además ayuda a prevenir las grietas posteriores que puedan producirse en los pechos.
Después se toma la infusión de ortiga menos a pequeños sorbos a la vez que se coloca adecuadamente al bebé para la toma. Resulta bueno que mientras se da el pecho, se mantenga una conversación con el bebé, procurando no hablar en ese momento con ninguna otra persona, ya que éste puede captar la desatención y hasta puede llegar a cortarse la leche si la conversación afecta a un problema que interese demasiado a la madre.
Durante el período de la lactancia se deben evitar las tisanas adelgazantes y las relajantes como por ejemplo la valeriana, ya que se considera que puede dar mal olor a la leche. En cambio, la tila sí es recomendable.
Por su parte consumir una ensalada de rapónchigo por ejemplo, es realmente efectiva ya que se considera que esta hierba es lactógena.
Comino, hinojo, romero y verbena
Se debe preparar una mezcla con una cuchara pequeña de semillas trituradas de comino, otra de hinojo, otra de romero y otra de verbena. Se introduce este compuesto en un litro de agua y se lleva a ebullición. Después se apaga el fuego y se deja que repose durante cinco minutos aproximadamente.
Si se toma este preparado antes de la primera toma del día, los efectos son más patentes ya que el organismo está más receptivo y reacciona de una manera más positiva. Por consiguiente, antes de la primera toma se recomienda beber un vaso, eso sí, siempre poco a poco a pequeños sorbos.
El resto del compuesto preparado no pierde con el tiempo sus benéficos efectos, por lo que se puede guardar para tomar cuatro infusiones más antes de cada una de las primeras tomas de los cuatro días siguientes.
No existe ningún inconveniente en volver a realizar un nuevo ciclo de cinco días más. Pero antes hay que descansar uno. El compuesto que haya sobrado no puede guardarse durante más días, por lo que debe preparase un nuevo compuesto para iniciar las tomas.
También se puede realizar la misma composición previamente mezclada y guardada en un bote de cristal, teniendo en cuenta que sea la misma cantidad de cada componente. Entonces se puede extraer del recipiente una cucharada pequeña cada día y hacerse una infusión con ella. Las infusiones durante estos días deben ser abundantes, como media, un vaso y medio de agua cada vez, y para ello es bueno utilizar tazones grandes.